jueves, 7 de febrero de 2013


BREVE HISTORIA DEL COACHING

Por Gabriel Ramos
Antecedentes

Coaching viene de coche. Para comprenderlo tendremos que empezar por situarnos en Kocs, pequeña aldea de Hungría, situada en pleno corazón del condado de Komaron-Esztergom, a 9 kilómetros al oeste de la gran ciudad de Tata. Su posición estratégica en la ruta tradicional Viene-Budapest fue durante mucho tiempo atrás su mejor recurso económico e hizo del transporte su gran industria.

En el siglo XV, el crecimiento de las dos grandes capitales (Viena y Budapest) originó un colosal aumento del tráfico comercial (personas y mercancías). Fue hacia la mitad de ese siglo (1457) cuando, a semejanza de los inmemorables carruajes, los herreros de Kocs construyeron un prototipo de cuatro ruedas que incorporaba un sistema de suspensión de acero e independiente en cada rueda, lo que permitía transportar mas peso (hasta seis personas, cuentan las crónicas) y con el tiempo alcanzar mayor velocidad.

Al nuevo carruaje le pusieron el nombre de Kocsi szekér (kocsi pronunciada cochi). Era ligero, elegante, rápido, seguro, fácilmente manejable y amplio. Los vieneses lo apodaron Kutsche (carruaje de Kocs) y pronto se popularizó su uso por toda Europa, Kocs siguió construyéndolos y nuca renuncio a su paternidad respecto al carruaje llegando incluso hacia 1550 a modificar el escudo de su ciudad para incluir el kocsi szekér.

Pocos años más tarde circulaban por los caminos todo tipo de imitaciones que en Francia recibieron el nombre de “coche”, en Italia “cocchio”, en Inglaterra “coach” y en España se conoció como “coche”, posiblemente más por la incorporación del galicismo que por el origen mismo de la palabra.

Las primeras referencias en personas de la denominación coach se hallan en el argot universitario inglés del siglo XVIII. Se denominaba coach al profesor particular que ayudaba a un estudiante a prepararse fácil y rápido para los exámenes, apelando a la sensación que el estudiante sentía ser transportado por un coche rápido hacia el conocimiento, en comparación con el paso laborioso del auto estudio.

Antes de 1885 el término era aplicado también a los entrenadores atléticos dándole un sentido de instructor. A mediados del siglo XIX los hijos de las familias acaudaladas de los Estados Unidos utilizaban el tiempo de los paseos por el campo en carruaje para que un tutor les leyera libros o les facilitara las tareas escolares. Recibían consejos y ayudas en los coches de caballos. Los jóvenes eran “coacheados”.

Concepto actual del término

Ya en el siglo XXI y profundizando en la naturaleza del coaching se puede afirmar que es una técnica científica que permite llevar a cabo un proceso de ayuda individualizada a una persona, a un profesional, a un equipo o a una organización para liberar su talento y potencial, maximizando la efectividad de sus actividades.

El coaching, lleva implícita la idea de acción. En nuestro caso la acción se concreta en el acompañamiento durante el proceso de transformación y mejora (desarrollo humano).

Al mismo tiempo se ha indicado que el coaching es una técnica científica. Su carácter técnico se deduce del hecho de la utilización de una serie de herramientas y de su finalidad con la obtención de un conjunto de resultados prácticos. Asimismo, el coaching se sustenta en un procedimiento de alta precisión, (pues se individualiza en cada caso y para cada situación o circunstancia) aplicado a la ejecución (plan de acción).

Pero también tiene un carácter científico, pues no sólo incorpora un conjunto de conocimientos adquiridos por el estudio y la investigación, probados como válidos y una metodología científicamente probada (sujeto, objeto, finalidad, razón y valor), sino que desde una perspectiva eminentemente humanística abarca aspectos múltiples con leyes de aplicación basadas sobre todo en la observación y en la experiencia. (Bayón, Fernando; Cubeiro, Juan Carlos; Romo, Marta y Sáinz, José Antonio  en Coaching realmente, Editorial Pearson Prentice Hall, 2006)

Definición

De ahí que podamos definir al Coaching como una estrategia de asistencia mediante la cual el coach facilita a sus clientes enfrentar sus propias limitaciones, desafiarse y conocer sus obstáculos internos; establecer un programa propio para superar esos obstáculos, comprometerse y asumir su  propia responsabilidad en sus avances y estancamientos; ayudarles a encontrar su propio camino hacia el éxito y darles apoyo en los previsibles decaimientos, dudas, desánimos, etc.

Áreas de acción del coach

Paul J. Jerome en Coaching Through Effective Feedback, nos  plantea cuatro áreas en que los coaches intervienen asistiendo a sus asesorados:

  1. Ayudan a establecer metas, objetivos y prioridades
  2. Observan las conductas y el desempeño
  3. Proporcionan feedback inmediato
  4. Reconocen el desempeño superior
La relación coach/participante es intensa, personal, involucrante y muy especial. El coach tiene que manejarla con suma delicadeza y pulcritud. Su meta es guiar y desarrollar al participante y eso requiere lograr su confianza, su estima y su fe en la calidad personal del coach tanto como en el proceso.

Eso implica que el coach debe eximirse de decir al asistido qué tiene que hacer y decirle lo que él ve, porque de ese modo le impide la responsabilidad y le niega la conciencia. Cuando un coach o un gerente en una organización dice “cómo lograr el resultado” en vez de ayudar a fijar el resultado a lograr y hacer que el asistido explore sus opciones y asuma la más conveniente, y aunque obtengan resultados aceptables, están limitando el desarrollo de sus clientes.

En coaching el mejor modo de desarrollar y mantener el estado mental ideal para el desempeño consiste en crear continuamente conciencia y responsabilidad mediante la práctica diaria y el proceso de adquisición de hábitos y habilidades.

Estrategias del coach

La estrategia del coach se funda en una antigua tradición: la mayéutica socrática.

Como sabemos, la forma más efectiva y poderosa de activación mental es el preguntar. Las preguntas despiertan y ponen a funcionar el cerebro. También orientan la actividad mental. Y son las preguntas las que utiliza el coach para controlar y dirigir la actividad mental de sus asistidos orientándolos eficazmente a que busquen y encuentren sus propias respuestas y se comprometan con ellas.

Así el papel de coach no es solucionar problemas, enseñar, aconsejar, instruir o ser un experto; por el contrario es un amplificador, un facilitador, un asesor y un elevador de la conciencia de su asistido.

Descubrir su contraparte interna en el juego, aceptar y asumir el desafío y empeñarse en superar cada día sus propias marcas es la tarea que el coach debe facilitar que cumpla su asistido; evitar enseñar, instruir o dirigir, amplificar el nivel de conciencia de su asistido, estimularlo, trabajarlo desde su propio plano y ayudarlo a comprometerse con sus propias metas es la tarea del coaching.

La esencia del coaching

La esencia del coaching es lograr que las personas adquieran mayor compromiso, conciencia y motivación para con sus metas y objetivos en el plano personal (coaching personal), profesional y de equipo (coaching ejecutivo) u organizacional (coaching empresarial).

Bibliografía:

  • Bayón, Fernando; Cubeiro, Juan Carlos; Romo, Marta y Sáinz, José Antonio  en Coaching realmente, Editorial Pearson Prentice Hall, 2006.
  • Jerome, Paul J. en Coaching Through Effective Feedback

1 comentario:

  1. Gabriel y Guadalupe, deseo felicitarlos por la iniciativa de crear "Zona de Coaching", comienzan con el pie derecho al publicar este interesante artículo que describe el origen del Coaching.

    Tengo la certeza que con el tiempo, y con la colaboración de todos a los que nos interesa el tema, "Zona de Coaching" se convertirá en referencia obligada para quienes se dedican a esta disciplina.

    ¡Mucho Éxito!

    María Concepción García Sahagún

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